
Esta tarta no lleva crema como las habituales, pero la masa es muy cremosa, lo que suple sin problemas esta carencia y a cambio nos baja las calorías y las grasas que tiene la tarta tradicional.
INGREDIENTES:
- 4 manzanas.
- 100 gramos de azúcar moreno.
- 180 gramos de harina normal.
- Medio sobre de levadura química (como la de Royal).
- 2 huevos.
- 175 cc de leche (yo empleé desnatada).
- Mermelada de albaricoque.
- Aceite de oliva para engrasar el molde.
PREPARACIÓN:
En un recipiente en el que puedas emplear la batidora, coloca la harina, la levadura, la leche, los huevos cascados y dos de las manzanas peladas y cortadas en trozos. Lo bates todo muy bien hasta que quede una masa líquida homogénea.
En un molde engrasado con un poco de aceite de oliva y enharinado (para que no se pegue) pones la masa líquida que has hecho.
Pelas las otras dos manzanas y las cortas en gajos finos. Colocas los gajos sobre la masa cubiéndola. Ten un poco de cuidado porque la masa es muy líquida y se te pueden sumergir los gajos si los colocas haciendo presión.
Con el horno precalentado, horneas la tarta a 180 grados centígrados durante 40 minutos. Después calientas un poco de mermelada de albaricoque en el microondas para que se licue y la pincelas sobre la superficie superior de la tarta. La vuelves a meter en el horno para que se caramelice un poco (ojo con que no se queme).