Magdalenas fáciles y sanas. No pueden salirte mal.

No soy muy aficionado a la repostería ni a los dulces en general, pero sí que me gusta desayunar magdalenas de vez en cuando, sobre todo cuando, por trabajo u otras causas, no puedo tomar mis 100 gramos de pan tostado (soy bastante cuadriculado).

Un día cayó en mis manos una receta de magdalenas y me pareció que podía ser capaz de hacerlas, así que lo intenté y resultó de lo más sencillo. Desde entonces las hago periódicamente y les añado variaciones como pasas, trocitos de chocolate, etc...

Esta versión de la receta no es idéntica a la que leí hace años, le hice un par de variaciones para que fueran más sanas y ligeras. Cambié la mantequilla por aceite de oliva y el azúcar refinado por azúcar moreno. El resultado son unas magdalenas más saludables y con un sabor excelente.

INGREDIENTES:

- 3 huevos.

- 350 gramos de harina.

- 250 gramos de azúcar moreno.

- 1 sobre de levadura Royal (o similar, no levadura fresca).

- 25 cl de leche desnatada (semidesnatada o la que te dé la gana).

- 20 cl de aceite de oliva.

- La rayadura de la piel de un limón.

PREPARACIÓN:

Te recomiendo que antes de empezar dispongas todos los ingredientes, es sus cantidades exactas, a mano. Después puede ser malo ponerse a pesar la harina o darse cuenta de que no tienes leche, etc...

Necesitarás unas barillas de batir y un bol grande para mezclarlo todo. Tienes que comprar papelillos de magdalenas; los venden en cualquier supermercado e incluso en las tiendas de los chinos. También puedes comprar unos moldes especiales para magdalenas que vienen en una bandeja, son muy útiles si piensas hacer más en el futuro. Si no lo tienes no pasa nada, sólo te saldrán más abiertas.

En el bol grande echa los huevos y bátelos, añade el azúcar moreno y bate todo junto enérgicamente unos minutos. En un bol aparte mezcla el sobre de levadura con la harina. Si tamizas la harina previamente te quedará mejor.

Ve añadiendo la harina al bol grande de poco en poco, batiendo todo el rato. Una vez que esté toda la harina integrada siga batiendo con fuerza durante unos cinco minutos. Tiene que quedar completamente homogéneo y sin grumos.

Precalienta el horno a 200 grados unos cinco minutos. Coloca en el molde (si no lo tienes los pones directamente en la bandeja del horno) los papeles para magdalenas. Rellena cada uno a la mitad con el preparado, no pongas más de la mitad porque sube bastante.

Pon la bandeja en el horno y déjala a 200 grados unos 15 minutos. No abras la puerta hasta que hayan subido, si lo haces no subirán y quedarán mal. Obsérvalas frecuentemente para ver que suben y que no se queman. Al final sabrás que están por el color dorado. Desmóldalas con cuidado y déjalas enfriar al aire libre.

Con las cantidades que he puesto me salen entre 25 y 30 magdalenas.

Yo las hago casi siempre con pasas. Pongo en remojo un puñado de pasas en agua caliente una hora más o menos y, antes de rellenar los moldes pongo las pasas escurridas en el bol con la masa, le doy unas vueltas para que se repartan y el resto lo hago igual.

Prueba a hacerlas, te quedarás impresionado de lo fácil que es hacer algo que está tan bueno.

NH Harrington Hall. Un agradable hotel en el centro de Londres.

nh Harrington Hall
5-25 Harrington Gardens
South Kensington. SW7 4JW. Londres.
+44 207 396 9696
nhharringtonhall@nh-hotels.com

Debo confesar que me encanta Londres. No he visitado todas las ciudades del mundo desgraciadamente, pero por ahora esta es mi preferida para pasar un fin de semana. No tengo ni idea de cómo sería vivir allí de forma permanente, pero para visitarla es perfecta, para mi gusto, claro.

Dos de las tres últimas veces que he estado en Londres me he alojado en un precioso hotel, el NH Harrington Hall en el barrio de South Kensington y quería recomendarlo. Lo que más me gusta del sitio es el estilo clásico del mobiliario y la decoración. Estoy cansado de hoteles sin personalidad, todos iguales. Éste no es así; en él te sientes en un sitio auténticamente londinense.

Ciertamente está un poco antiguo, es decir, necesita una renovación, aunque aún le quedan unos años para que sea inexcusable. La pena es que no sé si serán capaces de mantener ese estilo clásico cuando lo reformen.

Independientemente del aspecto, el hotel está situado inmejorablemente. A veinte metros, justo delante de la parada de metro de Gloucester Road, tienes un pub que me encanta, es mi preferido de Londres. Se come bien, tienen diversos tipos de cervezas, incluso varias marcas de English Ale (cerveza inglesa), no apta para muchos paladares ya que se sirve no muy fría, apenas tiene gas (no se le añade de botella, se sirve como se hacía tradicionalmente, con palanca) y es muy amarga. Y los camareros son bastante amables, algo raro en Inglaterra.

Como el hotel es de la cadena NH, casi todos los que trabajan en recepción hablan más o menos en español; los clientes también son en su mayoría españoles.

El hotel no dispone de servicios como spa, animación, etc... Pero eso es porque se trata de un hotel urbano, es solo para dormir y como animación tienes todo Londres a un paso. Además desde la estación de Gloucester Road, si consigues vencer la tentación de volverte a meter en el pub, puedes llegar rápidamente a cualquier parte. Te recomiendo que compres el ticket de un día o más y no billetes individuales, la diferencia de precio es salvaje. Pero eso ya lo trataré en otra entrada sobre qué hacer en Londres.

Otra ventaja de su situación es que, aún estando céntrico, está lo suficientemente lejos de las zonas de juerga para que puedas descansar tranquilamente. En los alrededores del hotel hay infinidad de restaurantes de todos los tipos de comida y de precios, desde un kebab a un americano, pasando por restaurantes de comida india, etc... Andando dos o tres minutos tienes la zona de la parada de metro de South Kensington, donde hay también una oferta variada de restaurantes y pubs ingleses; incluído un pequeño restaurante polaco en el que cené un día y que me gustó bastante, el Daquise.

El NH Harrington Hal es una más que buena opción para pasar un par de días en Londres, tanto por su agradable ambiente como por su localización en la ciudad, personalmete lo recomiendo.

Bodega Las Botas, Almería. Uno de los mejores sitios para comer en esa ciudad.

"Bodega Las Botas"
C/. Fructuoso Pérez, 3.
950 23 42 39
http://www.bodegalasbotas.es/

Se trata de un local que reune casi todas las condiciones que yo pido para que un sitio me guste, buena cocina, buen servicio, un precio razonable y un local agradable, en decoración, temperatura, etc...

En esta ciudad los bares de tapas y raciones no se caracterizan precisamente por la rapidez. A veces es terrible salir de cañas; ves como el camarero pasa ante ti una y otra vez, mientras tú tratas de hacerle entender discretamente que te tocaba hace media hora. Cuando por fin se digna a miratre (con cierto desprecio, claro) le indicas lo que quieres y desparece otra media hora o más, mientras le esperas en una agonía de deshidratación y desnutrrición; y de remate a cuarenta grados y oliendo a fritanga. Sin exagerar nada, la media de tiempo en Almería en un bar normal, no de los lentos, es de unos 20 minutos por ronda, contados desde que se dignan a tenderte hasta que por fin te traen lo pedido.

Este no es el caso, los camareros son extremadamente rápidos en atender y servir lo pedido, y para colmo son hasta simpáticos. El aire acondicionado funciona en verano y siempre que haga calor, lo que por cierto ocurre bastante a menudo en Almería, para disfrute de los Finlandeses que vienen a jugar al golf en invierno, mientras por sus campos vagan los lobos y los renos.

Respecto a esta bodega, está decorada con un bonito estilo andaluz, más parecido al de Andalucía Occidental que al Oriental, aunque con buen gusto y sin excesos. La carta es tremendamente variada en cuanto raciones de carnes y pescados; hay que saber que los dueños poseen a escasos metros una marisquería ("Baviera") a la que el ácido úrico no me ha permitido ir aún, pero que les hace disponer de una gran variedad de pescados y mariscos..

Es muy interesante el hecho de disponer, además de las raciones normales, de platos de comida típicos almerienses que realmente son bastante difíciles de encontrar en la oferta gastronómica local. Así se puede comer "trigo", "gurullos", "pimentón", etc... Recetas únicas en España y que merece la pena descubrir. Igualmente dispones de arroces, preparados de varias formas, así como otros platos.

Existen opiniones dispares en cuanto al precio, pero yo creo que no es en absoluto excesivo, más bien es bastante razonable. Obviamente, si pides marisco y jamón de Jabugo de 5 jotas, acompañado de champán Moet Chandon (cosa que puedes hacer, ya que una oferta de la carta es "Ham and Champ"), no esperes que den el cambio de un billete de cinco euros. Pero las raciones que los "pobres" pedimos son más adecuandas (además creo que el Moet Chandom con jamón es un poco de "narco") y de precio más que normal.

Te recomiendo, además de las recetas locales, las raciones o medias raciones de: pinchitos morunos, croquetas caseras, pulpo, arroz en sus diversas preparaciones y por supuesto el jamón, cualquiera que sea la modalidad del mismo que elijas está buenísimo.

Si pasa por la ciudad no dejes de ir a este sitio, no te arrepentirás.

Spritz. Un cocktail veneciano fácil y muy bueno.

El Spritz es un cóctel que descubrí este otoño cuando pasé unos días, bastante fríos por cierto, en Venecia. Antes de comer y cenar observé que mucha gente bebía como aperitivo un cocktail de color rojo y eso me llamó la atención. Así que me pedí uno y me enamoré al instante.

Es una bebida con un punto amargo que me encanta, también me gustan sus burbujas y lo sencillo que es de preparar en casa.

No es un coctail fuerte en graduación alcohólica, pero no te confíes, si te bebes demasiados pasarás un mal rato a la mañana siguiente. Es algo que yo mismo he comprobado empíricamente. Ademas, si has estado en Venecia sabrás lo difícil que es orientarse allí, así que puedes imaginarte la dificultad añadida de un exceso de Spritzs.

Cuando intenté aprender la receta, el camarero me explicó como se hacía y allí surgió un pequeño problema: uno de los ingredientes era Prosecco. Ya en casa comprobé que el Prosecco no es lo que se dice fácil de encontrar en España, así que investigué un poco en internet y descubrí que se trata de una denominación de origen de un vino espumoso italiano, por lo que se puede sustituir perfectamente por cava español. Hice la prueba y ¡listo! El sabor es exactamente el mismo empleando Cava.

Cuando lo pides en Venecia te preguntan si lo quieres con Campari o con Aperol. El de Campari, que es el que me gusta a mi, es más amargo y el de Aperol es un poco más dulce.

Este cocktail se bebe en Venecia principalmente, pero lo puedes encontrar en casi toda Italia, e incluso se hace en algunos bares de España, aunque en pocos. Yo te lo recomiendo, te gustará.

INGREDIENTES:

- 1/3 de Campari.
- 1/3 de Prosecco (puedes emplear Cava).
- 1/3 de agua con gas.

PREPARACIÓN:

En una copa de vino mediana o grande, pones abundante hielo, añades una rodaja de limón si lo vas a hacer con Campari y de naranja si emplearás Aperol; añade una aceituna pinchada en un palillo.

Pones a partes iguales Camapari, Cava (mejor seco que dulce) y agua con gas. Remueve todo un poco con una cucharita y listo para tomar.

En Venecia pregunté varias veces y me dieron estas proporciones, después, buscando en internet pude observar que éstas varían según quién lo haga. Personalmente la receta que doy yo es idéntica a la que pude probar allí, sin menospreciar opiniones.

Te lo recomiendo como aperitivo para justo antes de comer o cenar. Que lo disfrutes.

Tortitas americanas. Un desyuno fácil y divertido.

Esta vez vengo con una receta para desayunos, las típicas tortitas o pancakes. Cuando las hice por primera vez lo que más me impresionó fue lo increíblemente fáciles que eran, hay que ser muy inútil para que no te salgan bien, pero como dice mi padre: "No hay nada tan fácil que no lo puedas hacer mal".

Es algo típico de Estados Unidos, o al menos así parece en las películas; así que para los antiamericanos recalcitrantes no será de su gusto. En mi opinión, fuera de "invasiones culturales", es una receta que me gusta, es muy fácil de hacer y hace que los desayunos de un fin de semana sean distintos.

Aunque solas están muy buenas, Las puedes acompañar de casi cualquier cosa que se te ocurra para esa hora; yo suelo ponerles sirope de chocolate, pero van bien con mantequilla y mermelada, nata montada, etc...

INGREDIENTES:

- 125 gramos de harina.
- 1 huevo.
- 1 cucharada pequeña de levadura en polvo.
- 1 cucharada de aceite
- Medio vaso de leche.
- 2 cucharadas pequeñas de azúcar.

PREPARACIÓN:

En el vaso de la batidora pones un huevo y lo bates con un tenedor. Añades la leche, el aceite y el azúcar. En un bol aparte mezclas la levadura con la harina y se lo añades al vaso de la batidora.

Lo bates todo bien hasta que que completamente homogéneo, tendrá la consistencia de unas natillas espesas.

Pones una sartén a calentar, no tiene que ser antiadherente ya que es imposible que se peguen. Yo no pongo nada de aceite en la sartén, pero es cuestión de gustos. De todas formas, si pones algo es mejor que sea poco.

Pon en la sartén un cacito del líquido y espera a que se empiecen a formar burbujas en la masa. Como escribía antes, es imposible que se peguen, lo único que tienes que hacerces darle la vuelta con una espátula en cuanto empiecen las bubujas. Si mueves la sartén la tortita se despegará y será más fácil darle la vuelta.

Una vez volteada no la muevas, simplememte espera unos segundos (sobre diez) y retírala del fuego. Repite el proceso hasta acabar con el preparado. Te saldrán unas seis o siete tortitas, depende del tamaño que hagas, claro.

Pruébalo, será un desayuno diferente y bueno.

Hotel Princesa Yaiza, Lanzarote. Un fantástico sitio donde escaparte del mundo.

Hotel Princesa Yaiza.
Av. Papagayo 22, Playa Blanca, Lanzarote.
928519300
www.princesayaiza.com

Acabo de volver de pasar una semana inmejorable en este fantástico hotel y no quería dejar de recomendarlo. Lanzarote es una isla preciosa que merece la pena visitar y este hotel es, en mi opinión, uno de los mejores sitios para retirarse unos días del mundo y descansar.

Es un hotel de cinco estrellas lujo en el que se nota el gusto por los detalles. El servicio es excelente en calidad y amabilidad, sin ser molestos en ningún momento.

La oferta de restaurantes es muy amplia y de alta calidad. El hotel dispone de tres restaurantes tipo buffet: El Yaiza, de cocina internacional y que cada noche suele ofrecer un tipo concreto como cocina española, francesa, etc... Otro es La Hacienda, que básicamente es de cocina mejicana. El tercero es La Piazzetta, de temática italiana.

También tienes tres restaurantes a la carta, el Más Tapas, que ofrece un variedad de tapas y raciones tanto canarias como de toda España; el Don Giovanni, de comida italiana y el Kampai de comida japonesa, especialmente teppanyaki; este es el que más me gustó personalmente.

Dispones para descansar de dos piscinas al aire libre; una de ellas climatizada a 35 grados, lo que fue muy agradable en este momento del año que no hacía tanto calor; la otra es de agua salada.

Otro buen punto a su favor es el excelente spa, reconozco que me gusta pasar hras en este tipo de sitios, así que probé diversos tipos de masajes y tratamientos. Tiene una piscina de agua salada caliente con varios chorros de agua, aunque esta parte es la peor lograda del conjunto ya que no era muy abundante en posibilidades y, quizás r ser temrada baja en el hotel, estaba la mayoría apagado (incluído las luces).

Es un sitio muy recomendable para parejas con hijos, aunque esto no lo puedo comprobar por mi mismo, pero si ví que disponía de un club infantil con muchas actividades.

Para los amantes del golf hay a 100 metros un pitch and put, aunque al final me fui sin probarlo.

Tienes una preciosa playa nada más salir por la puerta del hotel. Quizás sea un poco pequeña para la temporadabde verano, pero ahora estaba perfecta de gente.

Resumiendo, un sitio perfecto, más cerca de lo que creemos y donde me hubiera quedado a vivir para siempre.