"La cultura, todo lo que hay que saber".
Dietrich Schwanitz.
Editorial Suma de letras.
Me parace increible que alguien pueda escribir un libro con el título "todo lo que hay que saber", no lo comprendo ¿todo?, ¿cómo puede alguien ser tan pedante como para creer que su pequeño libro contiene "todo lo que hay que saber"? Sólo un descerebrado alemán, desde el punto de vista del retrasado mental que se cree en posesión del conocimiento supremo, puede escribir este título.
El autor, profesor de Cultura y Literatura inglesa en la Universidad de Hamburgo (donde los pepinos son muy sanos, por cierto) manifestó que estaba cansado de la incultura de sus alumnos, por lo que decidió escribir un libro tal que, tras su lectura, se consiguiese alcanzar un nivel cultural al menos aceptable.
No creo que sea una mala idea, es cierto que el nivel cultural medio es desastroso; como ejemplo vi hace poco en televisión una encuesta en la que preguntaban a gente al azar, micrófono en mano, "¿Qué pensará la esposa de Juan Pablo II de su beatificación?" Ante mi sorpresa la mayoría contestaban que "seguro que está muy orgullosa", incluso una chica dijo: "No... Ella murió unos años antes que él", información que me sorprendió aún más que la anterior. Con esto quiero decir que sí creo que se puede escribir un libro (quizás uno sea poco) con lo más básico de la cultura general, para conseguir con su lectura salir de este estado de desconocimiento.
Lo malo del libro, además de lo pedante del título, es que quien lo escribe es un "batracio", me refiero exclusivamente a su similitud en capacidad intelectual. En la descripción de la historia, este catedrático alemán define a los españoles como "amantes de la siesta y de las matanzas colectivas", ¡increible! ¡un alemán! famosos por la cerveza, las salchichas, el genocidio y, por supuesto, por empezar guerras para perderlas por paliza.
Sus relatos históricos están cargados reflexiones subjetivas del estilo de la antes mencionada; por ejemplo cita como razón principal de las dos guerras mundales y de la Franco-Prusiana, la envidia del pueblo alemán hacia la poesía y el arte de los refinados franceses... Como esta tengo mil citas más.
Una a la que no puedo resisitirme trascribir es la referida a las religiones; dentro de un tema tratado en el libro con tópicos más propios de Belén Esteban que de un hombre culto, demoniza a los católicos frente a los protestantes; este batracio nos informa de que la religión católica es un lastre parea el desarrollo económico, todavía me río al recordar las pruebas con que nos ilumina: nos pide comparar a los prósperos y protestantes Holanda, Reino Unido, Suecia,... Con los atrasados y católicos México, Nicaragua, Honduras... ¡Acojonante! (no suelo escribir tacos en el blog, pero me cuesta expresar mi asombro). Quizás debería haber comparado a los prósperos y protestantes Nigeria, Kenia o El Congo, con los atrasados y católicos Italia, Francia o Bélgica (hago referencia a las religiones de los países en relación a su historia y cultura, igual que el autor).
Repito que la idea es buena, tratar de conseguir en un libro un nivel básco, para los que se encuentran en la oscuridad de los programas del corazón y el Marca (lo que no es incompatible, conozco a quién le encanta Gran Hermano y es mucho más culta que la media nacional). El problema empieza cuando alguien se cree en posesión de la verdad absoluta y nos la "regala bien exlicadita".
El libro tuvo una gran acogida por parte de la crítica, ya que en Europa hablar mal de España (aún se acuerdan de las palizas que les dimos en el pasado), la Iglesia Católica, Estados Unidos, etc... pertenece a la sacralizada cultura de izquierdas, que tiene el monopolio del conocimiento verdadero.
En resumen, no te lo recomiendo, es un bodrio y no te aportará nada aunque te saltes sus juicios de valor, ya que no lo trata "todo" como promete y lo poco que trata lo hace demasiado superficialmente, incluso para Belén Esteban.
Decía mi admirado Tom Wolfe, que cuando se topaba con un libro cuyo encabezamiento era "todo lo que hay que saber", ya sabía que su destino era servir de pasto en la chimenea de su casa de New Hamptons.
ResponderEliminarDa la sensación de que el amigo Dietrich Schwanitz - que lo mismo puede pasar por lateral de Bayern de Münich, que por ex coronel de las SS -, es un vulgar juntaletras con ínfulas de redentor de mentes descarriadas, sin saber ni ser consciente, de que quién necesita ser rescatado de la indigencia intelectual es él.
Jajaja me ha encantado la crítica literaria de hoy proclamo...como te gusta el golf, un libro delicioso y recomendable es "Dieciocho Agujeros" de Wodehouse que es uno de mis favoritos.
ResponderEliminarSaludos y bienvenido de vuelta al cibermundo.
Vaya elemento... no sé quien es peor, si el autor de semejante caos de letras o los críticos que le ríen la gracia.
ResponderEliminarUn apunte: coincido contigo cuando hablas de esa sacralizada cultura liberal-progresista que reina en Europa, pero no hay que confundir las cosas y llamarlo cultura de izquierdas (sea lo que sea eso), que hace mucho tiempo que aquello de progre_de_boquilla=izquierdas no cuela para nadie...
Saludos.
Estamos atados a los estereotipos.
ResponderEliminarY fuera de nuestras fronteras, no nos tienen en gran estima "intelectual"...
Mucho menos los alemanes!
Mira...un chiste:
Un alemán va al oculista. Éste le muestra el tablero con las letras C Z W X N Q Z S T A C Z, y le pregunta "¿Puede usted leer eso?" "¡Leer!" exclama el alemán, "si ese tipo es mi mejor amigo!"
Salu2
Si no lo recomiendas, ni me molesto en mirarlo (si por un suponer cayera en mis manos).
ResponderEliminarMe encanta lo de escrito por un batracio, ¡es buenísimo!...
A mi, ese sustantivo empleado como adjetivo, me costó la amistad de una persona, hace muchos años. Le escribí algo con la palabra "batracia" en tono de humor y se lo tomó fatal.
¡Qué país, Dios mío!.
Abrazos.
Muy buena la crítica, me dan ganas de comprarmelo...Es uno de esos libros para un día tranquilo en que necesites cabrearte para salir de la rutina y patearte un libro.
ResponderEliminarSaludos, lo de batracio me ha tocado la fibra sensible. Igual que a Towanda un amigo se me molesto por siglos cuando le comente que le consideraba un hipocondriaco, y despues de meses sin hablarme me dijo que la había buscado en el diccionario pero no daba con ella.
Él pensaba que era un insulto gordisimo y como lo buscaba sin "h" no lo encontraba. Claro sin internet el mundo era de otra manera.
Buen fin de semana. Y vivan los pepinos españoles.
Lo peor es que para definir a algo o alguien se basen en cliches predefinidos sin capacidad de analizar en profundidad.
ResponderEliminarEl libro con ese titulo ya echa para atrás. Debería haber sido algo del estilo "La cultura, manual para andar por casa"
Mi abuelo decía: "El Saber no ocupa lugar".
ResponderEliminarPero supongo que comprando y leyendo ese libro de marras podré ir de "sobrao" por la vida. Porque como ya lo sabré todo.... xDDDDD
Salu2
Mas que "Todo lo que hay que saber" debería haberse titulado "Todos mis prejuicios, traumas y pretenciosidades, desde un punto puerilmente etnocentrista y decimonónico".
ResponderEliminarUna buena sugerencia de título, cardabolo. Lástima que el qutor ya ha muerto para recomendársela.
ResponderEliminarUn saludo.
Es una pena que te lo tomes en serio. Es más que obvio que el libro es pura ironía, y por ello resulta inteligente, más su objetivo no es convencer o demostrar el saber. Creo que tomarlo en serio es darle un valor que ni el autor cree tenerlo; es "sacralizar" la cultura, lo que el autor en realidad cuestiona con su sarcasmo desinhibido
ResponderEliminar¡Qué bueno que alguien entiendió de que va el libro!
EliminarSaludos y gracias por el post
Gracias a ti por comentar.
EliminarUn saludo.
cultura como todo, si es algo que un título como ese no puede soñar de abarcar lo que es el mundo entero, tantas diferencias que excisten y la convivencia de unos con otros.
ResponderEliminarse lo compre de segunda a un tipo en puente en 4 euros y bueno que sirva de guia o de anecdota
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