Esta vez vamos a hacer una receta que suena bastante elegante, pero no tan cara como te piensas además de ser muy fácil de hacer. Te recomiendo que invites a alguien del sexo opuesto, quedarás fenomenal.
Hasta hace poco apenas se consumían productos de pato en España (magret, confit, foie, etc...), una carne que es bastante normal en nuestra vecina del norte, Francia. Desde hace poco ha empezado a comercializarse en las grandes superficies, lo que me parece genial, ya que me encanta el pato. Por poner un ejemplo en Carrefour puedes comprar tanto magret como confit o foie de pato a un precio bastante normal; un magret grande, para dos personas, sale a poco más de 4 euros. Hay que tener en cuenta que dos entrecots de ternera cuestan más o menos 8 euros.
El magret de pato es la pechuga del mismo, no confundir con el "confit de pato" que es en realidad el muslo y contramuslo del pato, pero cocinado y conservado, por lo que no se puede cocinar de nuevo. La carne del magret es similar en sabor a la ternera, con un toque particular muy bueno, te recomiendo que seas cosmopolita y lo pruebes, no te decepcionará.
La salsa de arándanos es muy rica y fácil. Está muy bien para cualquier plato de carne, tanto ternera como pollo, pato, etc... Si te gustan los sabores agridulces pondrás esta salsa entre tus preferidas.
INGREDIENTES:
- Un magret de pato.
- Mantequilla o margarina.
- Un bote de patatas "baby" cocidas.
- Perejil picado.
- Un bote de mermelada de arándanos.
- Media pastilla de caldo de pollo (p.e.: Avecrem).
- Una copa de brandy (mejor si es un poco dulce).
- Pimienta negra molida.
- Sal gorda (si no tienes, usa la normal).
PREPARACIÓN:
Primero haremos la salsa, no es difícil, sólo tienes que tener un poco de cuidado al flambear, no te asustes, es una tontería que puede hacer cualquiera. Pon en un cazo una copa de brandy, si tienes uno de sabor más dulce mejor, del estilo del de Bodegas Sánchez Romate; puedes usar Cardenal Mendoza, pero es demasiado caro para cocinar con él, en El Corte Inglés venden uno de esta bodega, de marca blanca, a un precio barato.
Ojo al poner el brandy en el cazo, recuerda que esta bebida tiene mucho alcohol y arderá si la dejas calentarse demasiado. Cuando lleve medio minuto en el fuego coge una cuchara de brandy y préndela con un encendedor no demasiado cerca del resto. Pon la cuchara ardiendo en el cazo con el resto y se encenderá, retira la cuchara sin quemarte demasiado y retira el cazo del fuego. No es tan peligroso como puede parecer, sólo tienes que tener un poco de cuidado, que no haya nada muy inflamable cerca, no encender el brandy directamente sino en una cuchara, etc... Cosas básicas de sentido común. Deja arder el brandy un buen rato, es importante que casi todo el alcohol se queme. Cuando veas que la llama se está extinguiendo apágalo (sopla o pon una tapadera encima).
Por de nuevo el cazo al fuego y añade un vaso de cuarto de litro de agua, la media pastilla de caldo desmenuzada con los dedos y medio bote de mermelada de arándanos. Remueve bien hasta que te quede más o menos homogéneo; llévalo a ebullición y bájale el fuego. Déjalo a fuego medio durante un buen rato, removiendo de vez en cuando, hasta que veas que ha espesado y tiene la consistencia de una salsa. Entonces la pones en un bol y la reservas para luego.
Ahora prepararemos el magret. Con un cuchillo afilado le hacemos unos cortes paralelos en la piel hasta casi llegar a la carne, hacemos otra serie de corte perpendiculares, de forma que dejamos dibujado unos cuadrados en la piel. En una sartén sin nada de aceite pon el magret por el lado de la piel, déjalo a fuego fuerte hasta que ésta esté dorada y un poco crujiente, entonces le das la vuelta y bajas un poco fuego, esperas unos seis minutos y retiras del fuego, dejando reposar el magret en la sartén dos minutos después de retirar.
Mientras en una sartén con un poco de mantequilla salteas las patatas "baby" hasta que se calienten, añades perejil picado y ya tienes la guarnición. En una tabla de madera cortas el magret en filetes de un centímetro de grosor y emplatas. Puedes poner la pechuga entera en una fuente, toda la guarnición y un bol con la salsa, de forma que los comensales se sirvan a su gusto. Otra opción es que dividas entre los invitados y pongas un poco de salsa sobre la carne al servirla. Yo te recomiendo la primera, el pato se come casi crudo, pero en España no gusta mucho la carne tan poco hecha, dejarla sin la salsa te permitirá darle un poco de sartén al los filetitos si tu acompañante los prefiere más hechos (si esto ocurre, pon en una sartén caliente cinco segundos por cada lado cada filete, no más).
Verás como por poco dinero y esfuerzo quedas genial e impresionas a tus invitados, siempre que ya se hayan ido los bomberos de casa tras el flambeado. Pruébalo, te gustará.