martes, 30 de noviembre de 2010

Mediohombre de Alber Vázquez. O como escribir un mal libro de una gran historia.

Mediohombre.
Alber Vázquez.
Inédita editores, 18 euros.

Es una pena, te gastas 18 euros en un libro, que ya es mucho teniendo en cuenta que es de tapas blandas y encuadernación barata, que relata la heroica hazaña del Almirante Blas de Lezo, conocido como "Mediohombre" ya que le faltaban un ojo, un brazo y una pierna (no precisamente de jugar al mus), en la defensa de Cartagena de Indias y te encuentras con esto.

Se trata de una burda imitación del estilo de Pérez Reverte en sus novelas del Capitán Alatriste, más concretamente de las partes de combates de esta saga de novelas. Habitualmente el imitador suele ser peor que el imitado, en este caso no es así, no es peor, es infernalmente peor. Relata una serie de combates casi inconexos, en los que un héroe irreal (no me refiero al verdadero Blas de Lezo sino al súper macho personajillo que es su descripción en esta novela) se pasa más de medio libro gritando absurdos insultos a sus tropas para animarlas (vaya forma de animar, me recuerda a un jefe que tuve). Imagino que eso es lo que el autor llama describir la crudeza de la lucha. Para mi leer: "¡Hijos de mala madre! ¡Bastardos!... (retahíla similar de párrafo y medio)... ¡Mandad a esos perros ingleses al fondo del mar!", no es describir un combate, es ridículo.

Además los personajes son irreales, Blas de Lezo está descrito como una mezcla entre semidios y acemilero, como mercenario sin apego a valores algunos, más allá de un absurdo culto a la muerte. Todos los demás son auténticos imbéciles a los que él les permite seguir existiendo.

Blas de Lezo es uno de los mayores y más brillantes héroes que ha dado nuestra nación y el hecho histórico relatado es uno de los más admirables de la Historia de España; merecía una obra mejor, es una aunténtica pena. Reconozco que éste es de los pocos libros que no he podido terminar, me esforcé en hacerlo, pero era inhumano obligarme a semejante sacrificio, así que sólo pude llegar a la mitad (lo mismo luego mejora).

La historia relatada es la de la defensa de Cartagena de Indias por parte del Almirante Blas de Lezo, con 6 barcos y 3.000 hombres, frente al prepotente Almirante de la Royal Navy inglesa Vernon, quien atacaba contando con 168 barcos y 27.000 hombres. Aún me sigue asombrando cómo pudieron ganar los españoles ante tan tremenda desproporción de fuerzas en su contra. Blas de Lezo realizó un brillante conjunto de acciones defensivas, como cavar fosos ante las murallas para que las escalas de la infantería británica se quedasen cortas en el asalto, hundir sus propios barcos en la bahía para impedir el paso de los británicos, etc... En el blog amigo "Consuertehaciadelante", en la entrada de la "Guerra de la oreja de Jenkins", se puede leer una precisa descripción de los acontecimientos.

La derrota que España infringió a Gran Bretaña fue tan humillante, que en un alarde de la típica integridad histórica inglesa (muy habitual en ellos), el Rey Jorge II prohibió a los historiadores del momento escribir sobre este hecho. Y es que hay una humillación añadida para el Almirante Vernon: ante la clara superioridad en sus fuerzas, envió emisarios al Rey inglés para comunicarle que había vencido, antes de siquiera llegar a comenzar la batalla, lo que provocó la euforia del monarca quién mandó incluso acuñar monedas conmemorativas de la inexistente victoria. No me puedo imaginar la cara de Vernon al decirle la verdad al Rey.

En resumen, un mal libro y una buena historia. Esperemos que alguien dignifique la historia de una gran victoria de nuestras armas y de un gran hombre con un libro mínimamente  bueno, que no es éste caso.


15 comentarios:

  1. Hola Sibarita, gracias por nombrarme :-) mientras lo estaba leyendo estaba alucinando con que se haya tratado tan mal la figura de Blas de Lezo, hablo de memoria pero creo que es héroe nacional en Cartagena de Indias, con un día del año dedicado y todo, y aquí dudo que tenga una triste calle en su ciudad. Es una historia fantástica de la la Guerra de la Oreja de Jenkins y un ejemplo de que el ingenio puede más que la fuerza. Yo en navidad siempre regalo libros, tenía pensado regalar El Oro de Mefisto, de Eric Frattini, pero no estoy segura, tengo que ir un día a mirar tranquilamente las novedades, el año pasado regalé si no recuerdo mal El Ocho y La Bodega y ambos después los intenté leer yo y no me gustaron nada. A mi me regalaron alguno pero no lo recuerdo ahora mismo, un saludo :-)

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  2. La Armada Española sí le recuerda, pero conozco a poca gente que sepa de su existencia.

    A mi "El Ocho" no me disgustó mucho, aunque al final me aburría. "El Oro de Mefisto" no lo conozco, preguntaré por ahí.

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  3. Sí, la Armada siempre tiene un buque con su nombre pero bueno aún así me parece bastante pobre el recuerdo en general, el Ocho no lo terminé, era superior a mis fuerzas.. un abrazo :-)

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  4. Reverte dedicó un artículo a ese peculiar personaje: "El vasco que humilló a los ingleses".
    Te recomiendo leerlo, es muy bueno.
    Una pena que no te haya gustado el libro, sé lo que duele gastar el dinero en algo que después te va a decepcionar...

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  5. Acabo de leer el artículo que mencionas y es buenísimo, no sé si en Pasajes le tienen un monumento, pero en Cartagena de Indias sí.

    Aún me estoy muriendo de risa respecto a lo que debería hacer Vernon con sus monedas.

    Hay muchos vascos gloriosos en la Historia de España, muchos de ellos marinos de guerra, es una pena que la estupidez sectaria de aldea y el antiespañolismo trate de borrar magníficas historias de las que enorgullecerse.

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  6. Tengo que confesar que este libro es de los que no me llamaría nunca la atención en la estantería de una librería..

    y en cuanto al Ocho.. éste si me gusto y el siguiente El Circulo Mágico también me gustó..

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  7. Sibarita, pero sí me gusta que nos ilustres con estas entradas que nos van recordando fragmentos de nuestra gloriosa historia

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  8. ¡Muy interesante! Realmente no había escuchado de aquel gran estratega.

    A veces la historia es ingrata con los grandes héroes.

    Voy a aprovechar que tengo primos en Colombia para que me averiguen un poco más lo de Cartagena.

    ;-)

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  9. Pues yo sí que me he leído "Mediohombre" entero. Y sí que me ha gustado.

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  10. Estimado sibarita pobre: gran reseña. Menos mal que alguien se ha dado cuenta del pelaje del autor y su obra. Lo describes con gran precisión.
    Discrepo, eso sí, con respecto al artículo de Pérez-Reverte. Es más de lo mismo. El aludido se ha hecho millonario ocultando historias como la de Lezo. Lee con atención su obra y verás que, aparte de poco original, se alimenta de derrotismo y otras falacias sin ningún fundamento histórico. Es un conspicuo representante, de hecho, de la operación de lavado de cerebro con la que han tratado de aborregar a este país desde los tiempos de Cánovas.
    En otro orden de cosas, en San Sebastián sí hay una calle Blas de Lezo y en Pasajes un restaurante. Estatua no, pero de eso no hay ni una en Pasajes, que ha quedado reducido a zona industrial, no precisamente apta para tales menesteres.
    Lo suyo sería que estuviese en San Sebastián.
    Acabo ya, con respecto a los notorios fallos de las novelas de Vázquez, os remito al número de septiembre de 2011 de "La novela antihistórica". Hay para escribir un rato sobre el tema. Su único mérito es recordar a Lezo, pero, como bien dices, don Blas se merece otra cosa. La que, según parece, los editores españoles no están dispuestos a dar al público.
    En ese número también podrás leer sobre las razones por las cuales Vernon fue derrotado. No fue casualidad, ni milagro, ni cosa por el estilo. Unas fortificaciones de las características de Cartagena, defendidas por entre 3.000 y 6.000 hombres -esas son las cifras que se barajan- eran una auténtica trituradora de carne humana. Y eso es lo que pasó, que Vernon echó en ella toda la carne de cañón que traía de las colonias de Norteamérica y de Inglaterra y, aún así, perdió. El tipo de apuesta habitual en las guerras del siglo XVIII. Lo de las medallas conmemorativas es una anécdota irrelevante. Vernon iba, en realidad, muerto de miedo. La magnitud de aquella flota -ridícula en comparación con las defensas que debía batir- es la mejor prueba. Lo que ocurre es que autores como los que citas, que no tienen ni idea de Historia, que la conocen de vista y poco más, han deformado nuestra interpretación de hechos históricos como esos, cargándose, de paso, el trabajo que hacemos, o intentamos hacer, los historiadores profesionales que, claro está, nos hemos convertido en la bestia negra y en el elemento a ningunear, no sea que les hagamos sombra. Así nos va.

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  11. En el edificio de la Diputación de Guipúzcoa en San Sebastián hay 5 bustos en la fachada principal, uno de ellos es el de Blas de Lezo. Los otros cuatro son los de Andrés de Urdaneta, Juan Sebastián Elcano, Antonio de Oquendo y Miguel López de Legazpi.

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  12. Gracias por pasarte y por tu detalle de la Diputación de Guipúzcoa que desconocía, a pesar de haber vivido muchos años en el País Vasco recientemente y de haber ido mil veces de pinchos a San Sebastián.

    Un saludo.

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  13. Yo me estoy leyendo: Banderas lejanas
    Se me esta haciendo un poco pesado,no se si lo habras leido

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    1. No lo he leído. La verdad es que no lo conocía, pero he echado un vistazo por la red y me ha encantado. Tengo que leerlo.

      Gracias por pasarte.

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  14. A mí me enseñaron en el colegio que los españoles que llegaron a conquistarnos "fueron saqueadores de tesoros y se llevaron todo nuestro oro". Pueda ser por tal razón que la gente por estos lares no se llama Juan, María, Fernándo o Isabel: sino Yon, Olliver, Yenifre, etc. (porque así los bautizan, viven y mueren con faltas de ortografía). No me instruyeron con que el Catastro Nacional de Minas en en su mayor parte era obra de ellos; hechas la prospecciones yendo a los lugares mas recónditos a lomo de mula para tomar las muestras; ni me mencionaron del desarrollo de técnicas de extraccón y refinacón. Menos sé como mi país al cabo de tal saqueo se las arregla para ser el segundo productor de oro en el mundo. ¿No será, que los mismos gringos de "M" que nos están saqueando ahora, son los que inventaron la historia?

    Menos me contaron que España también trajo "oro"; gentes como Blas de Lezo, Santiago de Liniers, Antonio Gutirrez, Francisco de Toledo, el Comandante Rodil y muchos otros; el oro con el que yo me quedo.

    A propósito del Almirante Blas de Lezo; resulta que casó con criolla peruana y una de sus últimas asignaciones fué la de organizar una flota de guardacostas la que hizo pocas capturas, pero importantes. Al punto que el Real Felipe, fortificación en el Callao (puerto cercano Lima), no tuvo oportunidad de servir para el propósito que fuera construído. Los piratas o ingleses (no los unos o los otros, sino que dá lo mismo), no se atrevieron a acercarse tanto.

    Está enterrado, junto a su Señora, en la Iglesia de Santo Domingo, en Lima.

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