Este es sin lugar a dudas uno de los mejores restaurantes de Almería, si no el mejor. Todo es excepcional en él, la cocina, el servicio, la calidad de las materias primas, la relación precio-calidad,... Casi perfecto.
De la carta yo destacaría el "Taller de cocina", una sección de la misma con recetas un poco más elaboradas que el resto; yo pedí el pámpano con cocochas al pilpil y estaba delicioso (por cierto es una soberana estupidez escribir "tx" por "ch" en castellano), a la altura de los mejores sitios en los que he comido en mi vida. Además la variedad de platos de la carta es asombrosa, tanto en carnes como en pescados; no es normal tener tantos platos distintos en una misma carta y no fallar en ninguno (al menos de los que yo he pedido).
La bodega es increíblemente amplia, la carta de vinos tiene una original prersentación en tres tomos (tintos, blancos y rosados) y una gran variedad de vinos españoles y extranjeros, incluso vinos exóticos y difíciles de conseguir en España. Si eres amante del vino podrías ir a cenar sólo para disfrutar de la bodega, pero no es el caso, la comida está a la altura del vino que elijas. La presencia de vinos de Almería es agradable y muestra un buen gusto por los detalles.
Pero existe un punto negro, es un detalle que imposibilita permanentemente a este restaurante para obtener ningún reconocimiento del estilo de estrellas Michelin, sea como sea la cocina y la bodega. Es un detalle que si es correcto nunca se menciona, pero caso de fallar destroza cualquier visita; se trata de los aseos. Tras un minúsculo y sin puerta (absolutamente indiscreto) espacio para el lavabo se encuentra un cubículo menor que el retrete de un submarino, con un WC unisex. Este servicio no está a la altura de un restaurante que se precie mínimamente.
Por lo demás es un lugar recomendable y digno de visitar. Sobre todo si eres capaz de no levantarte de la mesa en toda la velada.
A mí también me gusta este restaurante, y para tapear o de raciones también está muy bien, es muy acogedor sobre todo un sábado a mediodía un día de otoño o invierno, con sus berenjenas fritas (las mejores que he probado) o una ración de presa ibérica y una copa de vino
ResponderEliminarMuy recomendable y muy céntrico. Buena carta y buen ambiente. Es de esos restaurantes de toda la vida de Almería que no dejan de tener calidad con los años y que no les dejan atrás los restaurantes de nueva apertura de la ciudad.
ResponderEliminar