Cabo Trafalgar. El desastre naval contado por Pérez Reverte.

Se trata de una novela de Pérez Reverte editada en 2004 con la que este autor inicia su  nueva serie de novelas sobre la Guerra de la Independencia.

La novela narra, desde el punto de vista español, la participación del buque "Antilla" y su tripulación, especialmente el Comandante del barco, un joven Guardiamarina y un rudo marinero raso reclutado en una leva.

El "Antilla" es un barco ficticio que sólo existió en la imaginación del autor, aún así los demás barcos y personajes, así como los hechos, tácticas, etc... son reales y están basados en una profunda investigación histórica de Reverte.

En un artículo periodístico del autor señala que, estando un historiador en la inauguración de un monumento conmemorativo de la batalla de Trafalgar, descubrió que entre los navíos que estaban grabados en la placa estaba incluido el "Antilla", error que hizo mucha gracia a Reverte.

El hecho descrito es (a los de la LOGSE hay que explicarles que no es ficción, sin contarles el final para que se sorprendan) la derrota de la Armada franco-española junto al Cabo de Traflagar, el 21 de octubre de 1805, a manos de la Escuadra británica lidearada por el mítico Almirante Nelson (quién pereció en la lucha). De nuevo los ingleses la tratan como una batalla entre la Royal Navy y la Armada francesa con aportaciones españolas. El resultado de la misma fue la prácticamente total destrucción de la Armada española y la pérdida de interés de Napoleón en la invasión de Gran Bretaña, dejando a partir de entonces a la Armada británica como la mayor y más poderosa del mundo durante siglos.

La escuadra aliada estaba dirigida por el incompetente Vicealmirante Pierre Villeneuve (la parte española estaba dirigida por el gran marino Federico Gravina). Los buques españoles eran antiguos y aun siendo de gran calidad sus cuadros de mando, los marineros eran de levas recientes sin la adecuada instrucción ni experiencia. La clave de la derrota está en la absoluta incompetencia de Villeneuve quién fue incapaz de dirigir la batalla y sus escasa órdenes abocaron a la flota a la derrota (aunque mandando mal, cuanto menos órdenes mejor). La cohesión en la escuadra aliada era tan baja que sirve de ejemplo el hecho de que cuando Villeneuve estaba dando el orden de batalla a los mandos españoles, estos le retaron uno a una a duelo a muerte, honor al que el francés amablemente se negó.

En esta batalla cayó, entre otros grandes hombres, uno de los más ilustres de la Historia de España: Cosme Damián Churruca, matemático ilustrado y valiente marino. Antes de salir de puerto escribió a un amigo, estando ya convencido de lo que ocurriría: "Si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, di que he muerto". Otros grandes marinos españoles cayeron ese día como, Gravina (como resultado de heridas de esa batalla), Alcalá Galiano, etc... De nuevo se trata de un episodio de estéril heroísmo de la Historia de España.

Es un buen libro, digno de leerse, el único defecto que tiene, desde mi punto de vista es el exceso de terminología naval. No pasan dos párrafos sin que aparezcan términos marinos (estacha, foque, abarloar,...) que desconozco y no deseo conocer. Aunque este pequeño defecto no desmerece el relato de la batalla, escrito con el característico estilo de Pérez Reverte.