Esta es una receta que se hace sola de lo fácil que es, sólo tienes que poner los ingredientes en la cazuela, meterla en el horno y en un buen rato la tienes lista. Es un plato barato y fácil que está buenísimo y que te quedará bastante bien con tal de que sigas los pasos de la receta que te dejo en esta entrada.
A mi me la enseñó una chica guapísima y muy buena cocinera (lo que no tiene porque ser incompatible) aunque se prodiga poco en los fogones.
A mi me la enseñó una chica guapísima y muy buena cocinera (lo que no tiene porque ser incompatible) aunque se prodiga poco en los fogones.
Respecto al pollo tienes varias opciones, puedes comprar trozos de pollo limpios, preferentemente muslos con su contramuslo o puedes comprar un pollo entero y despiezarlo tú mismo, es más fácil de lo que parece. Sólo necesitas un buen cuchillo de cocina, de esos grandes y bien afilados; cortas las alas del pollo, separas y cortas los muslos y finalmente quitas la espalda y te quedas con las pechugas. Si eres muy malo con los trabajos manuales o te da un poco de apuro descuartizar a un animal te recomiendo que compres los trozos ya preparados en bandeja de plástico en el supermercado.
Necesitas emplear una cazuela de barro grande o un recipiente similar que resista la temperatura del horno y que pueda contener los ingredientes y el líquido. Empieza la preparación del plato con bastante antelación respecto a la hora de comer, necesitarás dejarlo en el horno mucho tiempo, dándole la vuelta a los trozos de pollo frecuentemente.
Necesitas emplear una cazuela de barro grande o un recipiente similar que resista la temperatura del horno y que pueda contener los ingredientes y el líquido. Empieza la preparación del plato con bastante antelación respecto a la hora de comer, necesitarás dejarlo en el horno mucho tiempo, dándole la vuelta a los trozos de pollo frecuentemente.
- Trozos de pollo.
- Patatas.
- Un tomate.
- Media cebolla.
- Pimienta negra en grano.
- Vino blanco.
- Una pastilla de caldo de pollo.
- Colorante o azafrán.
- Sal.
- Sal.
PREPARACIÓN:
Pon el horno a precalentar a 220 grados mientras preparas el resto de ingredientes.
Pelas las patatas y las cortas en trozos redondos de un centímetro de grosor, colócalas en el fondo de la cazuela de barro. Corta la cebolla en rodajas y separa los anillos, colócalos encima de las patatas. Pela un tomate, córtalo en rodajas y ponlas sobre las patatas. Coloca encima de todo esto los trozos de pollo.
Añade un puñado de granos de pimienta (10 ó 15), la pastilla de caldo de pollo desmenuzada con los dedos, un poco de sal y de colorante alimentario (lo venden en botecitos con las especias en el supermercado). Riégalo con un vaso de vino blanco y añade agua hasta cubrir bien la patatas. Introdúcelo en el horno y cuando el líquido llegue a ebullición baja la temperatura del horno a 175 grados.
Cada seis o siete minutos tienes que darle la vuelta a los trozos de pollo para que no se te quemen, tienes que estar atento a esto o lo echarás a perder. Cuando el pollo esté cocinado por completo comprueba que las patatas estén blandas, si no es así, saca el pollo de la cazuela, resérvalo en un plato y deja el resto un rato más en el horno hasta que esté hecho, entonces vueles a poner el pollo, lo dejas un par de minutos para que se caliente y lo sacas para servir.
Es un buen plato, fácil, barato y muy bueno que sólo requiere un poco de tiempo y atención.
Pelas las patatas y las cortas en trozos redondos de un centímetro de grosor, colócalas en el fondo de la cazuela de barro. Corta la cebolla en rodajas y separa los anillos, colócalos encima de las patatas. Pela un tomate, córtalo en rodajas y ponlas sobre las patatas. Coloca encima de todo esto los trozos de pollo.
Añade un puñado de granos de pimienta (10 ó 15), la pastilla de caldo de pollo desmenuzada con los dedos, un poco de sal y de colorante alimentario (lo venden en botecitos con las especias en el supermercado). Riégalo con un vaso de vino blanco y añade agua hasta cubrir bien la patatas. Introdúcelo en el horno y cuando el líquido llegue a ebullición baja la temperatura del horno a 175 grados.
Cada seis o siete minutos tienes que darle la vuelta a los trozos de pollo para que no se te quemen, tienes que estar atento a esto o lo echarás a perder. Cuando el pollo esté cocinado por completo comprueba que las patatas estén blandas, si no es así, saca el pollo de la cazuela, resérvalo en un plato y deja el resto un rato más en el horno hasta que esté hecho, entonces vueles a poner el pollo, lo dejas un par de minutos para que se caliente y lo sacas para servir.
Es un buen plato, fácil, barato y muy bueno que sólo requiere un poco de tiempo y atención.
Que buena pinta tiene esta receta, y se ve muy sencilla !!!
ResponderEliminarMuy rica...
ResponderEliminarA mi esto me lo han pedido chorrocientas veces porque sí que debe de estar bueno y exactamente lo tengo en el horno una hora.
ResponderEliminarUna variante es pincelar el pollo con salsa de soja :-)
soy cocinera y la pura sencillez es todo un grado.
ResponderEliminarfelicidades es un receta estupedenda.
me quedo con tu pagina en favoritos.
te pasare alguna receta
Gracias por pasar por aquí. Me encantará que me dejes cualquier idea.
EliminarUn saludo.